...YO PASE POR AYERBE

AYERBE ( Huesca)
Esta situado en el Somontano pirenaico.
Tierra de tradiciones y buena gastronomía.

Mis queridos "Gigantes de Ayerbe":
- En los años 50 fui a un campamento en Villanua , quizá en aquellos tiempos era la única manera de viajar de salir de tu ciudad. El viaje a Villanua duraba todo el día. Primero íbamos en autobús a Huesca, allí cogíamos el tren (El canfranero) para llegar al campamento; antes de llegar a la estación de Canfranc parábamos en un apeadero desde allí nos llevaban al campamento de Nª Sª del Pilar.
Recuerdo aquel viaje para mí fue el más lejano.

Durante el viaje vi Ayerbe desde el tren por primera vez, Los Mallos de Riglos, inmensos, gigantescos, bellisimos, la puesta del sol los doraba los embellecía aún más.
El tren con sus vagones de madera al igual que sus asientos, cuando nos acercábamos a los Mallos, la monitora nos dejo levantar para mirarlos, nunca antes había vista al natural unas "montañas" tan verticales, tan distintas.

El campamento era austero como todo en aquellos años, misa diaria.
- Para ir a la iglesia cruzábamos un pequeño puente, de la iglesia recuerdo su olor, húmedo espeso a cera a madera.
Todo el paisaje lo presidia Collarada, con sus 2.883 metros, nos la hacían dibujar para mandársela a nuestros padres.
Hacíamos excursiones andando a Castiello de Jaca y a la estación de Canfranc, siempre andando o como se decía de "marcha". (Pero no como las de ahora).

Cuando vi por primera vez la estación de Canfranc me impresiono por su grandiosidad, estaba en un lugar privilegiado único, parecía un palacio, estaba llena de vida, personas que hablaban idiomas distintos, trenes llenos de mercancías, salas de espera llenas, todo me pareció y así era "inmenso, grandioso".
Yo había visto la estación de Lérida también grande luminosa, la de Zaragoza, llamada entonces estación de Norte, (pequeña), ya desaparecida.
Teníamos familia y de vez en cuando íbamos, tampoco mucho, eran tiempos en que más bien se viajaba poco o nada.
Hace unos años volví a ver la estación de Canfranc, me dolió, me dolió mucho, sí es reconocible pero es tan desolador su aspecto.

Mis GIGANTES DE AYERBE, he leído cosas de vuestra ciudad, gracias a vosotros he conocido con más interés Ayerbe, los aragoneses tenemos tanto que enseñar de nuestra tierra... a veces tan desconocida incluso para nosotros.
Tenemos tanto que aprovechar que lucir, presumir...
He leído un texto de Pepe Bescos.
Me ha llamado la atención y quiero reflejarlo , dice:
"Ayerbe es una localidad con una iglesia sin campanario y un campanario sin iglesia".

Eso me hace comprender porque sois tan especiales, tan ¡GIGANTESCOS!.
Tan buena gente.

- ¡Yo pasaré por Ayerbe...! ¡Seguro!

Os quiero.

María Luisa.