jueves, 28 de agosto de 2008

¡Que bien sabe el café!

En el centro donde practico yoga, hacen también cursos de relajación, son parecidos pero distintos.
En la relajación se trabaja más la mente.
- La profesora me animó, me dijo que me ayudarían que me irían bien.

Empecé los cursos, la verdad que te sientes bien, todo es música dulce, sonidos de agua la habitación en penumbra, la profesora nos habla con voz suave de sensaciones de colores, nos dice que todos tenemos a alguien en quien confiar, que hay que creer en nuestras propias fuerzas en nuestra mente, que nada se va ni se pierde para siempre. Que somos energía, luz.
- Yo estoy segura que somos luz, ese reflejo de los que nos quieren y queremos está con nosotros.

Estamos dos horas.
- Siento una gran paz interior, me siento relajada. Cerramos los ojos, nos hace pensar en los colores de los Chakras.
- Dice que cada color, amarillo, verde, rojo.. . corresponde a una parte de nuestro cuerpo, nos hace visualizarlos como si fueran una bola de luz, nos invita a concentrarnos en esa luz, viajar por la mente sentir nuestra respiración, con la respiración lenta se percibe mejor el interior de nuestro cuerpo y mente. Se siente mucha paz.

Intento concentrarme, pero a veces me resulta difícil, se lo comento me dice:
"Es cuestión de tiempo y práctica". (Todo en este mundo es cuestión de tiempo).
Mi mente se va con frecuencia, se va a los "recuerdos".
Veo a mi hijo feliz, cercano y a la vez ¡Que lejano...!
Intento seguir las instrucciones pongo interés, la profesora me dice: María Luisa, "Vuelva".
¿Me pregunto?, como sabe que me he dispersado...

Continuo los ejercicios, respiro interiorizo sus palabras, me relajo y otra vez, los "recuerdos"

Pienso en las vacaciones cuando todos estábamos juntos, aquellas tardes de julio leyendo en la playa, el sol a mi espalda, un sol tibio frente a mí el mar, siempre el mar...
Tardes lentas solo rotas por el murmullo de las piedras en la orilla moviéndose con las olas.

Va pasando el tiempo son dos horas... a mi mente le cuesta quedarse quieta, pienso ahora volveré a casa, allí se me espera, ahí está mi marido (otra vez recordando), se que me miraría con ilusión, cariño, diría:
"Mi María Luisa ya ha llegado."

La clase termina, vuelvo al mundo real, me digo:
Voy a visitar a mi hija, mi hija llena de vida en su casa acogedora, me recibe con una sonrisa feliz me dice: ¿Mamá te apetece un café?
- La miro es feliz, lo noto se siente bien. Es real la puedo acariciar, mimar, cuidar.-
- ¡ QUE BIEN SABE EL CAFE¡

- Parece que los ejercicios me van bien, espero concentrarme más con el tiempo.
Ahora mis pensamientos son bonitos. De vuelta a mi casa les mando un mensaje a mis nietas diciéndoles: ¡Os quiero! ¡Os quiero!

No quiero pensar ni hacerme esa pregunta que tanto me agobia: ¿POR QUE?

María Luisa.

3 comentarios:

Manuel Arribas dijo...

...porque el café es mágico y si se toma con amigos y seres queridos la magia se hace alegría y felicidad..
Manuel Arribas

art of toyz dijo...

Me han encantado tus escritos, enhorabuena guapa! y pa'lante

Maria Luisa dijo...

Los dos estáis metidos en el mundo de la imagen y el color que leáis mis Vivencias en blanco y negro, es de agradecer.
Abrazos.