He disfrutado intensamente de la compañía de mis nietas. ¡Que feliz he sido!.
Mi querido hijo:
- Te dije que mi venganza contra tu "ausencia" son las cartas que te escribo.
Escribiéndote te siento más cercano.
Sin embargo estos días mirando a tus hijas, pienso que no son mis cartas mi venganza, son Andrea y Sara
.
Andrea - De ojos profundos llenos de curiosidad por saber, aprender, cariñosa, llena de amor.
Sara - Con una sonrisa dulce, encantadora, con sus abrazos llenos de ternura sin dobleces sin fingimientos. ¡Son así!.
Tú estás en sus gestos, en los pequeños detalles, no por pequeños menos importantes.
Cuantas veces nos encontramos a personas que nos dicen esa frase:
"Como te pareces..."´
Tu recuerdo sigue aquí. ¡ En ellas !.
Mi querido hijo, nunca ocuparas tu sillón, o tu sitio en la mesa, ni estará tu radio, ni tus libros, ni quizá tu foto. ¡No hará falta!
Bastará una mirada un gesto de tus hijas y ahí estarás tú.
Eso no nos consuela de tu pérdida. ¡NO!.
Sin embargo cuando las miro, has vencido.
Que venganza más deliciosa y sutil y a la vez que dolorosa...
Estás y estarás siempre.
María Luisa.
sábado, 9 de agosto de 2008
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