ECLIPSE

1 de Agosto de 2.008. Hubo un eclipse de sol.

El eclipse se desplazo a una velocidad de 2.000 kilómetros por hora, durante dos minutos la luna se interpuso entre el sol y la tierra. Pudieron observarlo en Siberia y Oeste de China.
El último que yo vi fue el 11 de Agosto de 1.999.

¡Cuanto me gustan estas cosas del cielo!, las estrellas fugaces, las lágrimas de San Lorenzo, los eclipses de sol, de luna.
Las civilizaciones antiguas sabían interpretar estos fenómenos, estaban acostumbrados a mirar al cielo era su calendario, para ellos todo estaba escrito en él.
- Civilizaciones que tenían un conocimiento perfecto de sus ciclos.
Sin embargo los eclipses los alarmaban por infrecuentes, pensaban en catástrofes, muertes, que la vida se iba a acabar.

Sin embargo no hace falta eclipses, todos los días hay catástrofes, muertes, guerras, dolor.

Para los que ya no estáis con nosotros, la vida se eclipso, para vosotros llegó el fin del mundo; nosotros nos quedamos llenos de sombras...

Ahora todo tiene explicación, todo se analiza, todo se comprende, creo que hemos perdido la magia. Son fenómenos especiales pero "normales", pero siempre nos producen admiración, asombro.
Me gusta mirar al cielo, creo en la magia del momento pensar que dentro de 30 o 50 años habrá otro igual o parecido, quizá nosotros ya no estaremos, mientras esperaremos que llegue el día de nuestro "eclipse".

Habrá otras generaciones que admiraran este fenómeno ¡precioso! ¡único!.
Sin embargo todo seguirá igual, habrá guerras, hambre, y porque no, ¡Alegría! ¡Esperanza! ¡Felicidad!.

Hay miles de estrellas, poseemos la estrella que más nos gusta es poético, pero irreal.
- Todo tan sencillo y a la vez tan confuso, pero... ¡Tan bonito...!
Me gustaría volver a ser una niña pequeña y que me explicaran estos fenómenos con sencillez con magia, con ilusión.

Hoy siento melancolía; ¡Sera el eclipse...!.

María Luisa.