martes, 30 de septiembre de 2008

... Me pregunto?

¿Es bueno volver a los lugares que hemos sido felices...?

Normalmente los fines de semana los tengo ocupados.
Si no tengo compromisos aprovecho para hacer pequeños viajes, necesito salir, viajar, disfrutar del buen tiempo antes de que llegue el invierno. Me gusta conducir, me relaja.

Sí, solo es un día, pero aprovechándolo bien. ¡Cuantas cosas se pueden hacer!

He decidido ir a Sarvise (Huesca).
El día era luminoso con esa luz especial que tiene el otoño... Hace tiempo que no lo visitaba, varios años fuimos allí de vacaciones cuando mis hijos eran pequeños, disfrutamos del pueblo, de los pinares que hay junto a él, recogíamos fresas silvestres, nos bañábamos en su río de aguas frías, pasábamos un mes, entonces las vacaciones eran como muy largas...
Cuando me iba acercando al pueblo sentía una sensación rara, sin embargo al llegar y salir del coche todo ha pasado.
Todo es reconocible, a pesar del turismo no ha cambiado mucho.
La plazita, las calles, su iglesia parece más en su forma a una bonita ermita, la casa donde pasábamos las vacaciones, todo igual.
He dudado en pasar a saludar a los dueños de la casa, pero he creído mejor no hacerlo, hemos perdido el contacto del principio, las cartas se fueron espaciando, los años...
- La vida te lleva por otros caminos a otro lugar de vacaciones, en fin que no lo he hecho.
He preferido pasear por las calles volver atrás con la imaginación.
Los dueños eran mayores, se que tenían una hija,ha pasado tanto tiempo....

Me he preguntado: ¿Volverán los recuerdos, las preguntas por ambas partes?
¿Por que sentimos ese miedo , ese pudor?
Quizá hubiéramos retomado el tiempo, dado un abrazo recordado solo los buenos momentos.
No lo he hecho.

A mi me gusta cuando me encuentro a los amigos de mi hijo abrazarlos, me siento feliz,
cuando me cuentan anécdotas de su juventud, del colegio, la universidad, de la "pandilla".
Igual que las personas que conocieron profesionalmente a mi marido y me hablan de él, o de mis padres. Soy sincera me gusta recordar, comentar, sentir.
Ese es mi punto de vista.
He ido a comer a Broto, a un restaurante bonito, tranquilo, junto al río Ara.
Broto si que ha cambiado con el turismo, hay apartamentos, hoteles, tiendas, parece una ciudad.

Al terminar la tarde he decidido emprender viaje a casa.
- Cuando pasábamos las vacaciones en Sarvise por las tardes íbamos a un lugar llamado: "Llanos de Planduviar", era un prado hermoso, grande, grande como dos o tres campos de fútbol con mucho cesped , suave y además (natural). Ahora estaba silencioso, la hierba agostada, lo recordaba lleno de familias con hijos jugando, lleno de risas de juegos.
- Me ha dolido porque he recordado la felicidad, la vida que entonces empezaba...

Ha terminado mi viaje... estoy aprendiendo a seguir a convivir con los recuerdos.

Al principio del viaje me he hecho una pregunta, ahora después de este día contesto:
¡Sí, es bueno volver a los lugares que hemos sido "felices", a pesar de los recuerdos, las ausencias!


María Luisa.

lunes, 22 de septiembre de 2008

... ESTAMOS JUGANDO!!!!!!

He pasado unos días de vacaciones en la costa.

- Siempre me acompaña un buen libro, un cuaderno de palabras cruzadas, y un bloc para tomar notas.
Estaba con mi libro hice un alto en la lectura levante los ojos y miré, en la orilla había unos niños jugando, una escena repetida miles de veces, jugando con unas simples palas, rastrillos, y un cubo. Los veía tan felices... tan entretenidos...
Habían hecho una especie de montículo de arena o algo parecido a un castillo, iban llevando agua a unos canales que habían formado, difíciles, complicados, los llenaban de agua luego los abrían y dejaban fluir el agua hasta el mar.
Iban y venían deprisa como si se les acabara el tiempo y el agua.
¡Que edad tan preciosa!.
Tendrían cuatro o cinco años, eran felices con esos juguetes tan básicos.
Alguna ola inoportuna les destruía parte o casi todo el montículo, ellos volvían a formarlo una y otra vez.

Dices: Que energía, casi de mirarlos te sientes agotada.
Quizá ellos viéndome a mi ratos y ratos leyendo sentada se preguntasen:-
¿Los mayores solo leen o escriben? - ¡Que aburrido!.
Yo ya he olvidado jugar con la arena, hijos mayores, nietas también.

Me hubiese levantado a jugar con ellos, les hubiese dicho: ¡Disfrutar!. ¡Vivir!.
Seguro que ellos me hubieran mirado extrañados, o contestado simplemente:
"Estamos jugando".

Recuerdo que no tengo obligaciones estoy de vacaciones:
-"Yo también estoy jugando"-.

María Luisa.

domingo, 21 de septiembre de 2008

OTRO OTOÑO...

Empieza el Otoño...

La felicidad tiene mucho de acto voluntario, a pesar de las cosas que se interpongan en nuestro camino buenas o malas todos dependemos de nosotros mismos, de agarrar la vida, los momentos, saborear, sentir... He disfrutado de unas bonitas vacaciones en el Mediterráneo.

Ver pasar las estaciones es a la vez hermoso y desolador.
Al pasar el tiempo se gana, se vive y a la vez, ¡ Cuanto se pierde!.
Dices: He vivido, tengo un pasado.
Va pasando la vida olvidamos cosas, recordamos otras.
Cosas que con el paso del tiempo parece que duelen menos, pero siguen ahí, en cualquier momento surgen.

Sí, va pasando el tiempo pero no nos quitaran las ilusiones, eso nos dará ánimo para seguir.
No podemos vivir de las ilusiones de otros, queremos las nuestras aunque sea difícil.

El otoño es una estación que me entristece y que contradicción, a la vez me gusta creo que es el mejor momento de la naturaleza quizá más que la primavera. La primavera a veces resulta excesiva, vital, arrolladora.
El otoño es como el buen vino, durante el verano ha envejecido, madurado y nosotros con él.
- Esta lleno de colores las vides tienen un color rojo intenso, precioso y a la vez suave, los chopos con sus hojas de un amarillo imposible atrapando el sol en un intento de que no se vaya del todo. Los árboles están aún llenos de hojas de colores únicos, pronto se tornaran marrones, oscuras, empezaran a caer.

Aparentemente los árboles se quedaran sin vida. Soñaran con volver a brotar.
El suelo se cubrirá de hojas secas, entre ellas habrá alguna lozana, verde, pensare: -¡No es justo!, no tendría que haber caído, no era aún su tiempo, tendría que haber sido la última en caer.
- La naturaleza es igual que la vida. - ¡Imprevisible!.

El otoño tiene un encanto único...
-Todos pedimos seguir, ver más otoños, envejecer, quedarnos un poco adormecidos, pero no sin ilusiones.
Las estaciones pasan, la vida también pero estoy segura que los momentos que en la vida se nos escaparon no se fueron del todo, yo los guardo en mi mente y en mi corazón.
Estoy segura que de una manera o de otra los recuperaremos, como los otoños que aún nos quedan por vivir.

Si no puede ser así, la única solución sería volver a soñar...

María Luisa.

jueves, 11 de septiembre de 2008

... CAMINOS

Dicen que la vida es un camino que tiene muchas direcciones, por ellas vamos miles de personas que por mucho que vivamos nunca nos encontraremos.

Pero a veces ocurren milagros.
- En un punto sin saber porque ni de que manera nos encontramos, en nuestro caso en Ibiza, lejos de todo lo más cercano a nosotros. (Castilla y Aragón).
- Creo en el Destino, no en los milagros, ( o quizá en las dos cosas) para bien o para mal en un momento nos cruzamos y ahí está el Destino.

Mi querida Mari Carmen, era el día de San José, día para mí lleno de recuerdos, necesitaba que el agua del mar mojase mis píes, me acariciasen sus olas, se que mis "niños" necesitaban sentirme cerca y yo a ellos.
Quizás era la única manera de acariciarnos, de sentirnos...
- Te conté mis vivencias, me sentí arropada, confortada.
Tú también me confiaste vuestra circunstancia, nos ayudamos, nos comprendimos.

Era la festividad de San José, necesitaba obsequiar a tú querido Jóse y a través de él a todos mis Josés... ¡ Como disfrutamos de los bombones!
Compartimos unos días especiales, me gustaría que aquel cariño, aquella complicidad siguieran siempre, me dejasteis entrar en vuestra vida, yo ya os he reservado un lugar en la mía.
Sí, estamos a más de 400 kilómetros pero el teléfono es nuestro aliado; así parece que no estamos tan lejos.
Me contaste que te gustaban los trabajos manuales, pintar, tejer, guisar.
- Siempre he admirado a las personas que con sus manos son capaces de hacer maravillas, me mandaste unos obsequios.
- Una cajita de madera preciosa con dibujos difíciles, perfectos, dentro unas pulseras y unas bolsas tejidas por tí, para cuando vaya de viaje, todo una maravilla.
Me sentí muy especial, querida. Presumo: "Lo has hecho para mí".
Yo no se hacer esas cosas tan bonitas, pero en mi mente os he tejido un corazóncito para siempre.

Os comente que me gusta escribir (es casi una necesidad), os mande dos pequeños relatos.
Nos hemos seguido comunicando, como digo el teléfono es nuestro mejor aliado.

Me has llamado para decirme que me mandabas otro regalo, mi "NIÑA", te has superado, si eso es posible.
- He recibido un abanico pintado por Mari Carmen, precioso, igual que si lo hubiera pintado Julio Romero de Torres.
- Es una mujer morena con un mantón deslizándose por la espalda desnuda, se pueden contar los flecos es tanta la perfección, tan real.
¡Como lo voy a lucir!. ¡Como lo voy a conservar!.

Sí, nuestra vida es un camino, pero siempre queda la huella por donde hemos pasado.
En nuestro caso una huella llena de cariño.
¡Os quiero muchooooo!.


María Luisa.

sábado, 6 de septiembre de 2008

ANDREA Y SARA

Me llama nuestra querida Marta para decirme:
¿Que te parece si te llevo a las niñas?. Solo pueden ser tres días.
Las "niñas" tienen 13 y 10 años.
Cuando me dice las "palabras mágicas", me salta el corazón.
Le contesto, ¡Bien! ¡Bien!.

Calculo el tiempo del viaje, cuando se acerca la hora de la llegada ahí estoy yo en la terraza como se dice: "Ojos a la calle".
Cuando asoma el coche doblando la esquina me entra un temblor, ¡es verdad! no lo puedo evitar, pasa el tiempo pero esa sensación no se va.
- Querría estirar los brazos como si fueran de plastilina y desde la terraza abrazarlas ya.
Como eso es imposible me lanzo al ascensor para adelantar mientras aparcan.
Quiero controlarme, pero me acelero, intento aparentar tranquilidad pero es que soy así, impulsiva, emotiva, nerviosa.

Cuando las abrazo en mi mente los "recuerdos", siempre los "recuerdos".
Hay una frase que dice: "Los hijos son nuestra continuación" . ¡Es verdad!.
-(En mi caso las nietas).-

Han sido pocos días, los hemos intentado exprimir al máximo, jugamos, compramos caprichos, hemos paseado, cenado o comido fuera de casa, visitado amigos y a la vez han querido que les hiciese su comida preferida, ver películas del vídeo-club, jugar con el ordenador, a tres en raya, al parchís, tomar algo en alguna terraza, maquillarnos, disfrazarnos, visitar el nuevo piso de mi hija, su marido contento de ver a "nuestras niñas" tan hermosas.

¿Como se alarga el tiempo?.
¡No lo sé!, - Pero nosotras lo hemos conseguido-.

Se han acabado los tres días hay que volver a casa, hemos quedado con Marta en hacer yo la mitad del camino y ella la otra mitad. La carretera no es buena y hay mucho tráfico.

Me despido de mis nietas me dicen: "Yaya, te queremos".
Mis tesoros, -"Yo también os quiero".
-No estés triste que vendremos cualquier fin de semana.
- Nos fundimos en un abrazo con Marta, me comprende, -Es madre-.

Vuelvo a mi casa la encuentro toda perfecta, toda ordenada, sin risas, sin juegos, sin nada por medio.
- Estoy unos días que digo: ¡Que perfecto está todo!. ¡Sin prisas!. ¡ Sin jaleo!.¡Tranquilo!.
Me siento perdida... Rara...
Que alegría te dan los nietas. ¡Que marcha!. ¡ Que vida!

María Luisa.