...VALLE DE AÑISCLO !!!!!!!!!

Este fin de semana hemos ido a visitar el Valle de Añisclo.

Mis hijos ya lo habían visitado varias veces, siempre me decían: "Tienes que ir a verlo, entre todos los valles de Pirineo creemos que este es único".
Me he sentido la protagonista, una verdadera exploradora.

A este valle se le llama "Cañón de Añisclo", suena fuerte, rotundo, es verdad tiene forma de cañón. También se le llama "Garganta de Añisclo", debido a su estrechez.
El tiempo precioso, caluroso pero en el valle menos.

El Cañón de Añisclo lo atraviesa el río Bellós, formando grandes barrancos, profundas pozas de aguas color verde transparentes o blanquecinas, un río de aguas frías de buenas truchas, un río extraño, en muchas partes del curso del río el sol jamás calentará sus aguas.
El paisaje es agreste, angosto, difícil, precioso...

Hemos bajado "trescientos" escalones para beber en una pequeña fuente termal.
La subida ha sido más costosa, sin embargo había unos pequeños salientes en la piedra para recuperar fuerzas y continuar.

Ha valido la pena, admirar la naturaleza en estado puro, sin coches solo el rumor del río y nuestra respiración.
Todo lo envolvía un aroma de boj, musgo, hayas, pinos, robles ,en cualquier ranura de esas piedras gigantescas brotan arboles de la misma entraña de la piedra.

Añisclo, me parece que lo ha formado un "Dragón" abriéndose paso cuando la tierra aún estaba caliente. Dejando sus huellas en este fantástico y extraño valle...
Las paredes son rocas inmensas, su altitud me impresiona, parecen catedrales en las que no se ve el final.
Me recuerdan sus rocas a los Mallos de Riglos por su verticalidad pero aquí con vegetación y todo estrechez, o dejando volar mi imaginación como las estatuas que se levantan en la Isla de Pascua, o unos gigantes pétreos con ojos mirando con expresión de dureza, o como si un hachazo gigantesco lo hubiese partido hasta el fondo del cauce del río.
¡ Me gusta echarle imaginación...!
- Hay una ermita que se llama San Urbez, un pequeño puente estrecho, de construcción casi imposible.

Solo se puede acceder a este valle desde un punto marcado, para no perjudicar su flora y fauna. Con el coche solo se puede circular en un solo sentido debido a su estrechez.

Después el valle se abre poco, a poco.
Dejamos atrás las inmensas rocas, la estrechez, la umbría... cambia el paisaje totalmente, todo es llano, luminoso.
¡Estoy feliz, contenta!
Vamos a disfrutar de un hotel Rural en Puyarruego.
Nos han instalado para comer en la terraza del hotel, corre una ligera brisa, frente a nosotros la impresionante "Peña Montañesa".
La "Peña Montañesa" visible prácticamente en todo el valle.
El río aquí ya es tranquilo, abierto, de aguas menos frías el sol las calienta un poco, he disfrutado de un buen baño.
¡ Me ha gustado mucho, mucho...!

A veces tenemos "paraísos cercanos" a los que no damos importancia debido a la cercanía y nos vamos a sitios lejanos sin apreciar la belleza de estos bonitos valles.

Os invito a visitarlo creo que os gustaría, a mi me ha impresionado.
Un fin de semana para recordar y si es posible:
¡VOLVER!.


(Nada más llegar a casa me he puesto a escribir para que no se me olvidará nada)


María Luisa.