sábado, 18 de abril de 2009

¡ HÁBLAME DE TU NIETA...!

Mi querida nieta Sara va a participar en el colegio en un concurso sobre el tema:
¡ HÁBLAME DE TU ABUELA !

Me ha leído su relato y me ha emocionado su manera de decir las cosas, de sentirlas, es una delicia es toda sensibilidad, dulzura.
A su vez ella me ha pedido que participe también ya que hay un apartado titulado:
¡ HÁBLAME DE TU NIETA !

¿ Quien se niega a los deseos de una nieta...?
Le he dicho Sara: " Envíame tu relato que lo escribiré en el blog".
No se si ganaremos, no importará, ganamos en cariño, en la complicidad que hay entre las dos.
¡ Es el mejor premio!.

-Este es mi relato -

"La vida nos hirió en lo más profundo con una pérdida irrecuperable y a la vez, la vida se encargo de curarnos la herida con el bálsamo de unos nietas maravillosas, ANDREA Y SARA"

Querida Sara, mi querida nieta:

Naciste un 27 de Enero de 1998, desde entonces cada año año lo he valorado más, ha sido más valioso.
Te he tenido en mis brazos, te sujetaba contra mi pecho para que notases todo el amor que sentía. Ahora te lo digo, me gustaba cantarte una nana despacito es muy bonita y a la vez triste, que contradicción... igual que tu nacimiento fue gozoso, feliz pero... siempre estará marcado por una ausencia muy importante.
La nana dice así:

"Esta niña chiquita
no tiene cuna,
su padre desde el cielo
ya le hará una"
(Es un trocito de poesía de García Lorca, pero yo la adapte para ti.)

Sara he dado muchas veces las gracias porque naciste sana, hermosa.
Mamá también fue muy fuerte, te arropó, mimo.
Nosotros "todos" intentamos mimarla, cuidarla.

Los nietos hacéis el milagro, con vosotros los abuelos podemos cantar, saltar, reír y volvemos a ser jóvenes otra vez.
Todos estos años he escrito todos los acontecimientos de vuestra vida, casi el día a día. Hemos estado en contacto siempre con mamá por teléfono, nos hubiera gustado ir a verte más a menudo Sara, lo que pasa es que los abuelos aunque nos hagamos los fuertes siempre tenemos algún problema.
Cuando hemos ido a visitarte y disfrutar unos días con vosotras lo hemos pasado muy, muy bien, aún guardo las servilletas de las cafeterías que íbamos en las que tu dibujabas palotes, que para mi eran maravillosas obras de arte.

Otra fecha que nos marco después de tu nacimiento, fue tu BAUTIZO.
Lo celebramos aquí en Monzón.
Ya sabes la afición que tengo por escribir, quise dedicarte una pequeña carta para ti, - Sara lo necesitaba -
Les pedí permiso a mamá y al párroco y ellos me lo concedieron para que la leyese en la ceremonia.
Dice así:

Querida Sara:
¿Sabes que tienes nombre de princesa?
¡ Eres una princesa!
Mi pequeña niña, mi querida Sara... sé que tus padres lo tenían todo, un trabajo, una casa bonita para vivir en un sitio precioso y una hija.
Su primera hija Andrea, tu hermana mayor.
Pero les faltaba algo más, amor no era se querían mucho, pero querían más.
¡Decidieron tenerte a ti!
Estaban llenos de amor, ternura, querían compartir ese amor con sus hijas.
¡Así ha sido!
Tu querido padre José Luís no está físicamente para cuidarte, no te preocupes.
¡No os dejará! Siempre que miréis al cielo veréis su sonrisa.
Querida Sara, querida Andrea con vuestro amor él vivirá.

Tu abuela- Monzón 31 de Mayo de 1998.

Hemos seguido siempre en contacto con mamá con vosotras, cuando eras pequeña ella nos contaba todo, cuando empezaste a caminar, hablar, (como me gustaba oírte decir yaya "sisa"), que el ratoncito Peréz era muy generoso cuando se te caían los dientes, cuando fuiste a la guardería, lo esplendidos que siempre han sido los Reyes Magos... todo.

Sara que deprisa ha pasado el tiempo. ¡11 años ya...!
La vida normalmente nunca da segundas oportunidades, pero llegan los nietos y cada día aunque sea en la distancia nos trae nuevas sorpresas.
Mamá os ha traído muchas veces a nuestra casa, nosotros pendientes que el viaje no se os hiciera largo. Cuando se acercaba la hora de la llegada ahí estábamos en la terraza impacientes por bajar a abrazaros, felices por compartir unos días con nuestras nietas.
Sabes Sara lo que presumo con vuestra compañía, todo el mundo diciéndome:
¡Que nietas tan guapas tienes María Luisa! ¡Que guapas!
Todos admirando, si "admirando" lo guapas que sois, el amor, la educación que mamá os ha inculcado, la simpatía, la dulzura.

Jugábamos hacer comiditas... cuando eras más pequeña, yo os dejaba embadurnar la cocina. ¡Que importaba!, si vosotras erais felices, yo también.
Hace unos años en el mes de Junio al terminar las clases vamos a recibir el verano al Mediterráneo, es una pequeña recompensa por las buenas notas, sois muy estudiosas os merecéis esto y mucho más. ¡Es verdad!.
¡Que bien lo pasamos!

Hemos celebrado acontecimientos muy importantes, vuestras Comuniones, nos hemos reunido para celebrar que estamos juntos, que nos queremos y siempre será así.

A veces os miro y desearía que no crecieseis, que todos los problemas los pudiera solucionar dándote un beso diciéndote: " Cura sana si no se cura hoy, se curará mañana"
Sara mi querida nieta, mi niña, tienes mi amor, un amor que siempre nos unirá, solo te pido que este amor que sentimos lo lleves siempre contigo al mundo que yo quizá no conoceré.
Me siento bien pensando en todo lo que puedes hacer, en las personas que conocerás, los viajes que realizaras, seguro que será así.
Deseo que nunca tengas problemas, quizá la vida te de algún contratiempo, espero sea pequeñito, estoy segura que lo superaras.
¡Eres muy fuerte!

Sara, mi tesoro, no cambies nunca, sabes que te lo digo siempre, se tu misma como ahora, sencilla, dulce, encantadora, imaginativa, sensible.
Si sigues así querida Sara el, ¡MUNDO SERÁ TUYO!

Tu abuela María Luisa- (18 de Abril del 2009)



38 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Ay, María Luisa, qué lección de magia, convertir las ausencias en presencias y recordar, sí, pero no refocilarnos en nuestro sufrimiento. Quizá porque cuando hemos perdido a alguien que de verdad queremos, el dolor recordado constantemente haría insoportable nuestra vida.
Es muy bonito, y tus nietas deben sentirse orgullosas de tener una abuela así.
Un beso, reina.

Spica dijo...

...¡que preciosidad!...jolin...que suerte tiene Sara...un abrazo grande...

Isabel dijo...

Precioso Maria Luisa, tu nieta debe estar muy orgullosa de ti. Un beso

Marisa Peña dijo...

Qué hermoso Maria luisa, y qué regalo para tus nietas...No hay mejor legado que el amor. El amor en forma de plabras, porque esas quedan para siempre, junto con las caricias, las enseñanzas y hasta las regañinas.
Me recuerdas mucho a mi abuela, con su fuerza, u energía, su capacidad de contar y dejarnos con la miel en los labios como Sherezade. sabes que te aprecio mucho y que te agradezco todo lo que me has dado , generosa.Besos

Anónimo dijo...

No se si ganaréis el concurso o no, Yaya Lu, pero La buena de Sara si que ha ganado con este relato con la dedicas... y por supuesto que siempre ha ganado teniéndote de abuela! Ganais mutuamente, si, si.
Hay una frase en tu relato que me parece que te define muy bien: "si vosotras erais felices, yo también".
Asi de buena eres tú.
Un besazo.

Sefa dijo...

Que carta mas bonita amiga, me ha emocionado, llenado los ojos de lagrimas y admirarte por ser como eres, tu nieta tiene que estar muy orgullosa de su abuela, espero y deseo que os lleveis un premio y si no es asi.........no importa, lo bonito es escribir con el corazón, como tu lo haces, un abrazo muy fuerte.SEFA

Esther Escorihuela dijo...

Como he vivido todo lo que cuentas, siento toda la emoción de las palabras que permiten recuperar a las personas, los recuerdos, los pequeños detalles,...
Sara y Andrea te quieren muchísimo y han aprendido de su abuela que los sentimientos también se pueden verbalizar y compartir para de esa forma perdurar y volver a esas palabras, esas cartas, como consuelo o como pura recreación en otros momentos de la vida.
Como ha escrito mi hija Alejandra en su redacción sobre los abuelos, todos sus abrazos, consejos o historias "nos acompañarán toda la vida".
Son afortunadas tus nietas, que también encuentran a diario en este blog testimonios de tu cariño incondicional y la presencia constante de su padre.
Un beso fuerte.

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Abuela, te mando esta pequeña historia de una Sara que fue más que princesa. Léetela para contársela, como sólo sabéis las abuelas, a tu precioso tesoro, Sara.

Sara y Nicodemo: una pareja de escépticos


Supone un gran consuelo para nosotros el que bastantes personajes bíblicos aparezcan con evidentes defectos e imperfecciones. Todo lo contrario de las antiguas biografías de santos que los mostraban llenos de virtudes desde su infancia y que, después de una trayectoria en flecha, 'morían exclamando «¡Fiat! ¡Alleluia!». Con los hombres y mujeres de la Biblia no ocurre eso, sino que sus reacciones y actitudes son tan semejantes a las nuestras que podemos reconocer en ellos nuestras luchas, resistencias, fallos y búsquedas. y asistir también a la transformación conseguida por la gracia en ellos nos permite seguir esperando que se produzca también en nosotros.
Sara, la mujer de Abraham, vieja y estéril, puede servirnos de espejo si la vejez amenaza con instalarnos en la actitud escéptica y desengañada de quien está de vuelta de casi todo y acude con frecuencia a la pretendida sabiduría de esos refranes de sabor amargo. Ésa fue la reacción de Sara cuando, sentada a las puertas de la tienda en el encinar de Mambré, escuchó el anuncio de que iba a tener un hijo:

«Abrahán y Sara eran ancianos, de edad muy avanzada, y Sara ya no tenía sus períodos, y Sara se rió por lo bajo, pensando: "Cuando ya estoy seca, ¿voy a tener placer, con un marido tan viejo?". Pero el Señor dijo a Abrahán: "¿Por qué se ha reído Sara, diciendo: '¿Cómo voy a tener un hijo, a mis años?' ¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte por esta época, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un hijo". Pero Sara, que estaba asustada, lo negó: "No me he reído". Él replicó: "No lo niegues, te has reído" (Gn 18,11-15).
La respuesta que recibe va dirigida, no tanto a su risa, cuanto a la incredulidad que refleja y a su realismo, incapaz de trascender sus propios límites. La pregunta ¿Hay algo difícil para Dios? no va dirigida a las posibilidades de Sara, sino a las de Dios; y su recuerdo encierra una energía subversiva capaz de despertar esperanzas dormidas, invitando a cambiar de perspectivas y de significado: la esterilidad ha perdido su poder de muerte y deja de cerrar el futuro para convertirse en ocasión de irrupción del poder de Dios, dador de vida y de fecundidad. Dios vuelve a revelarse como vencedor de cualquier incapacidad, imposibilidad o límite, porque cuando éstos son reconocidos, aceptados y celebrados, en vez de encerrar en un recinto sin salida, se convierten en la ventana por donde entra la fuerza creadora del Espíritu.
«Allí donde terminan nuestras posibilidades, empiezan las de Dios», nos repiten de mil maneras los autores del Nuevo Testamento: a los de Caná les faltaba vino; los discípulos no tenían más que dos panes y cinco pececillos para alimentar a la multitud; y las mujeres en la mañana de Pascua eran conscientes de no poder mover la piedra del sepulcro. Todos esos «no tener», «no poder contar con», «no ser capaces de ... », lo mismo que el «no conocer varón» de María en la Anunciación y la respuesta recibida, irán siempre en la misma dirección: «No temas ... Nada es imposible para Dios» (Lc 1,37). «No temas, ten fe solamente» (Mc 5,36), escuchará Jairo de labios de Jesús, casi las mismas palabras dirigidas al padre del niño epiléptico: «Todo es posible al que cree» (Mc 9,23).
Es una suerte para nosotros llegar a tocar el límite en el que ya nos es imposible hacer nada: pasar el umbral de nuestra impotencia exige que nuestro poder limitado sea primero reconocido y tomado en cuenta. La Palabra es capaz de romper los muros de nuestros cansinos pesimismos: el vientre seco de Sara y el nuestro van a poder albergar vida; son el vacío y la pobreza, como lo fue el caos primordial, los que posibilitan a Dios crear novedad; cuando nosotros decimos: «inconveniente», «nunca», «imposible», Él dice: «oportunidad», «ahora», «soy yo quien lo hago».
Dios siempre nos sorprende, siempre excede nuestras estrechas expectativas para abrirse camino a partir de nuestros límites.

Voces en las puertas

«Cómo podremos recrear el tono vital en el interior de la Iglesia, cuando estamos sometidos a decepciones que agotan psíquica y emocionalmente? ¿Es posible rehacer la comunión desde la distancia de posiciones y prácticas que duelen gravemente? ¿Seremos capaces de fortalecer el sentimiento de familia sin abandonar legítimas convicciones evangélicas? ¿Quedan espacios para la adhesión leal cuando se vive el exilio interior y la insignificancia social?
»El desgaste del ánimo, la pérdida del entusiasmo y el abandono afectivo no construyen la pertenencia, pero tampoco ignoran las dificultades actuales para sentir con la Iglesia. Si la sumisión y el voluntarismo son caminos cortados, y las amarguras o endulzamiento s son falsos sucedáneos, ¿qué estrategias pastorales se acreditan para construir esperanzadamente la historia y la adhesión al Pueblo de Dios? ¿Dónde se puede cultivar una nueva sensibilidad para sentir con la Iglesia cuando la institución se desgasta y los tiempos resultan otoñales? Cuando todo falla, quedan las "células madre", aquellas que se identificaron como tesoro escondido, fermento y hontanar de seguimientos. Corresponde a la teología descubrir la capacidad fascinadora de Jesús y su mensaje; y a la pastoral descodificar sus signos ante los desafíos colectivos.

Una de las "células madre" que libera fuerzas motrices para el cambio, pero también conciencia de libertad y responsabilidad disponibles para nuevos dinamismos es la pasión por lo vivo: "Dejen el desencanto para tiempos mejores", reza un graffiti desde un rincón de Centroamérica. Desde el compromiso con la vida no hay espacio para la amargura ni para el desencanto; en ella se alumbran exigencias y esperanzas capaces de suscitar resistencias y nuevas sensibilidades. La fe se ha dado para los descreídos, la esperanza se regala para los desesperanzados, y el amor se pierde cuando no se entrega. La musculatura del ánimo personal y de la resistencia colectiva es la vida misma, trenzada de relaciones y encuentros, de sueños y quimeras, de aspiraciones y deseos. La desilusión y el desencanto se superan mediante objetivos de vida, porque entonces lo secundario y superficial se evapora, las opciones ideológicas se hacen irrelevantes, y el lugar de nacimiento, la clase social y la raza cuentan más bien poco. Cuando los grandes pisotean a los débiles, objetivos de vida son su defensa; cuando la desigualdad entre los países crece, un objetivo de vida es acortar las distancias; cuando niños y niñas malviven en las calles, un objetivo de vida es acercarse a los desvalidos. El desánimo se compadece mal con la pasión por lo vivo. Hay una espiritualidad que sustituye la relación con lo inerte por la pasión por lo vivo, que se despliega en el cuidado de toda vida, en la promoción de contextos habilitantes y en el reconocimiento de la dignidad de toda persona» (J. García Roca).

Cruzando el umbral

CON NICODEMO

Este personaje, que aparece solamente en el evangelio de Juan, comienza su diálogo con Jesús situándose en el terreno de los «saberes»: «Dios te ha enviado como maestro, para enseñarnos ... ». Pero la respuesta de Jesús debió de resultarle desconcertante: «No se trata de aprender nada, Nicodemo, sino de nacer. El Reino de Dios no es fundamentalmente un objeto de conocimiento: es una vida, una comunicación de vida. No se pasa de la noche a la luz del Reino con un simple progreso en el plano del saber; y del mismo modo que no conoces cómo llega la vida al ser humano dentro del vientre de la mujer encinta, tampoco puedes comprender la obra de Dios que lo hace todo». Frente a la continuidad con un pasado de paciente asimilación, Jesús propone una interrupción, un nuevo comien¬zo, y echa mano de antiguas tradiciones sobre la acción de un Dios capaz de crear y re-crear, de re-construir, re-hacer y re-novar y que tiene siempre un «agente»: el Espíritu que Dios insufló como aliento sobre el Adán de arcilla y que es capaz de hacer revivir a los huesos secos (Ez 37). Todo el Antiguo Testamento abunda en imágenes de «nuevo nacimiento»: ruinas reconstruidas, heridas curadas, traje de luto convertido en vestido de fiesta, desierto que florece como un jardín, luto cambiado en danza ...

Nicodemo responde con formulaciones negativas: la primera, incierta y estupefacta; la segunda, escéptica, revelando la convicción de una imposibilidad. Su reacción es «clónica» de la de Sara: la misma resistencia, el mismo escepticismo ante una promesa que supera sus cálculos: se queda con el verbo «nacer», pero lo encierra en la repetición: «siendo viejo ... », «volver al seno ... ». No es capaz de imaginar nada fuera de una repetición del pasado y lleva la afirmación por el camino de la imposibilidad. Lo mismo que Sara aferrada a su edad, da la vuelta al argumento haciéndolo descansar sobre sus propias posibilidades: se queda en el «nacer», pero se le escapa que ese nacimiento es «de arriba». Su pregunta es: ¿cómo puede un hombre realizar él mismo ese nacimiento ...

Jesús le responde usando la pasiva: hay que dejar de tomarse a uno mismo como dueño del propio destino, porque todo lo que es verdaderamente importante en la vida no se deja conquistar, sino sólo recibir. Antes de cualquier esfuerzo humano, Dios sienta la base para un nuevo ser del hombre, y por eso no se trata de desandar el camino ni de esforzarse, sino de ser engendrado. Es una acción de Dios a la que se responde aceptándola; es una novedad absoluta, muy distinta de poner remiendos, porque de lo que se trata no es de «entrar en el vientre», sino de «entrar en el Reino», es decir, en ese ámbito donde adherirse y vincularse de modo estable a Jesús.

Nuestras propias dudas, escepticismos y torpezas hacen de nosotros unos interlocutores de Jesús tan reticentes como Nicodemo. Como él, nos aferramos a nuestras cerriles suspicacias: «¿Cambiar a mi edad? ¿Que va a cambiar el otro? ¡Por favor, no me tomen el pelo! Yo estoy con lo del refrán: "Genio y figura, hasta la sepultura ... ". ¡Pero si hasta lo dice el Eclesiastés, que ahora le dicen Qohélet: "Lo que pasó, eso pasará, lo que sucedió, eso sucederá; no hay nada nuevo bajo el sol" ... » (Qo 1,9)!».

Estamos invitados a dejar atrás nuestro aferramiento al pasado, a los viejas prejuicios que niegan a Dios la capacidad de intervenir en nuestra propia vida. Los viejos odres de nuestras convicciones escleróticas pueden estallar ante el vino joven del Reino, si dejamos que irrumpa en nosotros con su novedad.

Tertulia de pensionistas

UN TEXTO BíBLICO

«Un árbol tiene esperanza: aunque lo corten, vuelve a rebrotar y no deja de echar renuevos; aunque envejezcan sus raíces en tierra y el tocón esté amortecido entre terrones, al olor del agua reverdece y echa follaje como planta joven. Pero el hombre muere y queda inerte. ¿Adónde va el hombre cuando expira?» (Jb 14,7-10).

UN TESTIMONIO

«"Por qué te reíste, Sara?" -me preguntó Queturá-. Le respondí: "Tú aún eres joven, pero tu cuerpo te irá enseñando lo que toda mujer aprende al ritmo de la ausencia o presencia de la sangre. Mi risa no era burla, sino sabiduría acumulada en la escucha atenta de mi ser. Yo sabía que la sangre había desaparecido definitivamente de mi cuerpo; que mis tiempos fecundos ya no eran míos, ni tan siquiera como posibilidad; que mis pechos no podían alimentar una nueva vida. El anuncio del final de mi esterilidad tocó la esperanza que latía en mí y halló eco en mi interior. Iba a ser madre de un hijo y matriarca de un gran pueblo. La risa que nacía de una sabiduría acumulada en la experien¬cia se hacía una con la sorpresa alegre que sentía latir la vida en medio de la muerte. A mi hijo le puse el de Isaac y se lo expliqué a todos: Dios me ha dado de qué reír; y todo el que lo oiga reirá conmigo"»

UNA OPINIÓN

«No se improvisa ser viejo: se va haciendo. Desde el niño, desde el joven, desde el adulto. La vejez tiene dentro todas esas edades ¿Cómo va a estar sola si la acompañan la curiosidad, la sorpresa y la admiración que formaron su infancia; el entusiasmo, la generosidad, el ímpetu que formaron su juventud; la reflexión, la ponderación y la serenidad que formaron su madurez? La soledad del viejo es el producto de las anteriores. [ ... ] Para ello no hay que mirar atrás con insistencia; no hay que empeñarse en que este sentimiento, esta mano, este mediodía hubiesen sido más hermosos hace veinte o cuarenta años: la vida es hoy; lo anterior fue un modo, bueno o malo, de llegar hasta aquí» (A. Gala).

UNA ESTADÍSTICA

«En la actualidad hay casi medio millón de personas mayores de sesenta y cinco años (437.800) que cuidan diariamente niños, el 6,3 por 100 de las personas de edad; pero en los años difíciles del desarrollo y la emigración fueron muchos más. Aunque la encuesta no dice que sean sus nietos, puede imaginarse que es así en la mayoría de los casos. Hoy lo más frecuente es que les dediquen menos de veinte horas semanales, pero algunos les dedican mucho más tiempo, unas veintidós horas semanales. Si las abuelas hicieran huelga de cuidar nietos y enfermos mayores, su efecto sobre la economía nacional sería mucho más decisiva que la huelga de conductores de autobuses o de controladores aéreos»

UNA PROPUESTA

Hacer recuento de algunos proyectos frustrados del tipo:

- «Yo siempre tuve en el horizonte aprender a conducir en cuanto tuviera tiempo, hasta que de pronto me di cuenta de que ya se me había pasado la edad».

- «Siempre quise llegar a hablar bien inglés, pero ya he abandonado mi sueño porque, después de tanto esfuerzo, los nativos sólo me entienden cuando digo frases elementales del tipo: «I have a dog» o «My taylor is rich», informaciones por las que suelen mostrarse escasamente interesados».
Si lo quieres, te digo luego de qué libro y de qué monstruo de mujer está tomado.

Maria Luisa dijo...

Mi querida Olga: Gracias por tu comentario, es verdad hay que recordar, son momentos que siguen con nosotros. Recordamos y aliviamos nuestra memoria.

Agradezco enormemente tus palabras viniendo de ti es todo un halago.

Muchos besos Reina.

Maria Luisa dijo...

Mi Mundo:
La suerte la tengo yo por tener unas nietas tan deliciosas, sensibles, y además me quieren muchoooooo.
Nos queremossssss.

Un beso muy grande.
¡Gracias!

Maria Luisa dijo...

Isabel como madre sabes el cariño que se tiene por los hijos.
El cariño de los nietos es distinto, más reposado, y en mi caso "más de todo"

Isabel un beso muy grande.
Te sigo.

Maria Luisa dijo...

Mi dulce Marisa:
Tu abuela por circunstancias muy especiales tuvo que ser fuerte. El relato de la visita a tu abuelo me impacto mucho.
Cuando dices: " Volvían calladas, secas por dentro".

Por distintos motivos he tenido que hacerme la fuerte.
Y a la vez tu abuela -con tu permiso- y yo que frágiles somos...

Te quiero.

Maria Luisa dijo...

Tracy- El premio con ser importante diremos como en el deporte:
"Lo importante es participar...!
Nos decimos lo que sentimos que ¡Nos queremos!.
Tracy son unos verdaderos tesoros las dos Andrea y Sara, esta vez Sara es la protagonista.
Tengo unas nietas que son el : ¡CIELO ENTERO!
Y si ellas son felices y nos queremos, yo también soy feliz y las quiero.

Yaya LU.

Maria Luisa dijo...

SEFA- El mejor regalo que los abuelos podemos tener son los nietos.
Tengo la suerte de tener unas nietas maravillosas, SEFA me han tocado todos los premios buenos de la lotería.
¡Son un amor!
Ya veras cuando os escriba lo que ha escrito mi nieta para mi.
¡Lo que voy a presumir...!

Un beso fuerte. Gracias.

Maria Luisa dijo...

Querida Esther- Tu has vivido los momentos que describo que para todos son únicos.
Los tengo presentes, doy gracias por poder recordarlos con cariño, amor,alegría.
No puedo estar cerca de ellas, la distancia es un obstáculo, pero con las charradas de teléfono vamos supliendo las distancias.
Estamos montón de rato diciendo:
"Cuelga tu, va, cuelgo yo...", escuchamos y ahí estamos otra vez diciendo lo mismo.
La solución es decir, una, dos y tres y aún así nos cuesta colgar.
Me demuestran su cariño, me hacen sentir la abuela más afortunada del mundo con ellas todo se hace más presente, más llevadero.

Te quiero Esther.

Maria Luisa dijo...

Querido Miguel Ángel: ¡Gracias!
Gracias por tu precioso y enriquecedor texto, me quedo con un trocito.
"Todo el Antiguo Testamento abunda en imagenes de
" nuevo testamento", ruinas reconstruidas, heridas curadas, traje de luto convertido en vestido de fiesta, desierto que florece como un jardín, luto cambiado en danza".

Miguel Ángel mis nietas convertidas en: ALEGRÍA, DULZURA, AMOR, ESPERANZA...
Gracias por dedicarme palabras tan reconfortantes.

Un saludo.

William Alexander López dijo...

Enternecedor !
Seguro tu nieta esta muy encantada con este bello regalo

Abrazos

Fernando Gonzalez Seral. fgseral dijo...

...que suerte tiene tu nieta.

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Es un precioso libro de Dolores Aleixandre. Su título "LAS PUERTAS DE LA TARDE: ENVEJECER CON ESPLENDOR". Editado en Sal Terrae. Santander 2007

Me alegra que se alegre. Estaba seguro de ello.

Paco dijo...

que alegria tener una abuela como tú!!!!

saludos

Maria Luisa dijo...

Querido William- Nos pueden quitar un trozo de vida, quedarnos perdidos, sin embargo tengo a mis queridas nietas para no perder la ilusión, la sonrisa...

Un beso gradeeeeeeee

Maria Luisa dijo...

Fernando, gracias por tus palabras .
Soy yo la que tiene "suerte", ellas son la continuación de los sueños, la esperanza.

Un abrazote.

Maria Luisa dijo...

Miguel Ángel, buscaré el libro, estoy segura que me gustará.
Gracias por estar ahí.

Un saludo lleno de cariño.

Maria Luisa dijo...

Querido Paco.
" Dueño de los cielos"
Mis nietas son mi alegría con ellas todo es más fácil, seguir, vivir.

Andrea y Sara, son ¡MIS CIELOS!

Un gran abrazo.

Lujo dijo...

Hola MªLuisa,
Me has emocionado con esta entrada. Sé que te sonará muy extraño al ser una chica joven....Pero me he quedado K.O.
Es precioso lo que has escrito. Me has transmitido tantas emociones que estoy abrumada.
Te deseo lo mejor para ti, tus nietas y toda la familia.
Es un maravilloso que tengan una abuela como tú.
Muchos abrazotes enormes.

thoti dijo...

.. gracias María Luisa por mostrarnos tu ternura y cariño de abuela de excelente persona.. tus princesas y la gente a tu alrededor debe estar más iluminada por conocerte..
.. te dejo un abrazo desde mis colinas solitarias..

Maria Luisa dijo...

Lujo- Lo que siento por mis nietas es un amor incondicional, distinto, todo lo que escribo lo hago con todo mi sentimiento.
Hace más de doce años empecé a escribir todo lo bueno que nos pasaba o medio bueno, pequeñas o grandes cosas para recordar no con agobio, sino con alegría.
Mis nietas Andrea y Sara son la vida, la esperanza, la ternura.

Lujo- gracias por tus palabras llenas de cariño.

Un beso muy fuerte.

Maria Luisa dijo...

thoti-

Quiero a mis nietas de una manera especial, como especiales son las circunstancias.
Son mis ¡PRINCESAS!.
Thoti, son la continuación de los sueños, necesito pensarlo así.

Gracias. Un abrazo muy grande.

Marta dijo...

Gracias, Mª Luisa, una vez más. Por ser como eres. ´Tú tampoco tienes que cambiar nunca. Te dejas querer, Mª Luisa, te lo digo muchas veces y lo sabes.
Gracias también en nombre de Andrea y Sara. Por supuesto que están orgullosas de su abuela, y presumen que no veas. ¿Quien no estaría orgulloso de tener una abuela como tú?. Yo también presumo, lo sabes. Estoy muy orgullosa de como has vivido lo bueno de cada momento aun con la tristeza que teníamos. Habían pasado sólo seis meses de aquello cuando nació Sara y a pesar de todo supimos recibirla con la mejor de nuestras sonrisas y los abrazos más cálidos. Hemos pasado muchos momentos duros pero en los momentos especiales hemos sabido sacar lo mejor de nosotras para convertirlos en eso, "especiales".
Eres un ejemplo a seguir, además de un amor, Mª Luisa. Por eso te vuelvo a decir y no me cansaré nunca de decirte: "no cambies".
Recuerdo cuando te conocí, hace ya unos cuantos años, que tenías una vecina que te decía: ¡Mª Luisa, no te mueras nunca, las personas como tú no se tendrían que morir nunca!
Siempre alegre, aun cuando estás triste, sabes ponerle una sonrisa a tu dolor.
Te queremos, Mª Luisa.
¿Cómo no vamos a estar orugullosas de ti?
Por cierto, hoy Sara se ha llevado tu "hablame de tu nieta...! al cole para que todos los amigos la lean, y sin decirte nada, la hemos presentado al concurso. Aunque no te den el premio, para nosotras es la mejor y ya has ganado.
Un besazo
Marta (tu Marta)

Maria Luisa dijo...

Querida Marta, "Mi Marta".
Dame un remedio para no temblar de alegría este temblor que me invade cuando me dices cosas tan bonitas tan sentidas y recordamos momentos vividos, soñados, queridos, llenos de esperanza.
Marta cuando te conocí, vi a una niña físicamente ¡Preciosa!(como presumí llevándote a mi lado, como ahora con tus hijas)
Cuanto más te conocía descubrí que eres un tesoro, toda cariño, dulzura.
Marta gracias por quererme tal como soy.
Nosotras rompemos el mito (nuera-suegra)
Me has dado el mejor de los regalos, tus hijas ANDREA Y SARA.
¡ MIS NIETAS!

No importa si ganamos o no, ganamos en cariño, en complicidad, en TODO.

Te quiero Marta, "mi Marta"

nerea dijo...

Hola María Luisa, soy Nerea. ¡Cuanto me han gustado vuestros relatos! Conozco muy bien a Andrea y Sara, y tambien a Marta, igual por eso me ha llegado tanto todo lo que decís. Ayer me mandaron el enlace a tu blog, y aquí estoy, encantada y emocionada de haberlos leído. Un saludo

Anónimo dijo...

Queridísima abuela Maria Luisa, cuántas veces he admirado el amor que tienes y que tus nietas tienen hacia ti... es algo tan grande que no se puede describir fácilmente con palabras(sobretodo con esas palabras emocionantísimas que sabes plasmar tan bien en lo poco que he podido leer siempre de ti).
No dudes nunca de esos besos de plástico que tus dos queridas nietas mandaban cada día (y seguirán haciendo aun) por el cable de tu teléfono, no sabes hasta qué punto estás presente en sus vidas, las tienes siempre al lado tuyo, como en el sillón de enfrente de tu salón...
He vivido un poco de todo eso y no te olvides nunca de que TU SI QUE ERES ESPECIAL, TODOS LO SOIS...

muchos besicos, Ainhoa.

Anónimo dijo...

Hola María Luisa!
En primer lugar darte la enhorabuena por este maravilloso blog… Cuando “tu Marta” nos invitó a leerlo, no podía imaginarme que me iba a pegar más de tres horas enganchada a él!!!
Ahora entiendo porque tus nietas están tan enganchadas a ti también.
Me parece un gesto muy muy bonito por tu parte… Ojalá todos tuviéramos una persona que nos quisiera tanto tanto que empleara cada día una parte de su tiempo para construir frases tan bonitas como las que tú les dedicas!!
De verdad que estoy impresionada… Me ha gustado mucho tu forma de escribir, de expresar, de relatar historias, de inventar cuentos y hacer poesía… Hasta he copiado algunas de tus frases para mi “Colección de frases bonitas”!!
Me has hecho llorar y partirme de risa, sobretodo cuando he leído lo de “tu Rover”, el día de Santa Águeda… Jaja!! Enserio que eres abuela? pareces una jovencita!!! Te mando ánimos para que sigas escribiendo y sobretodo ahora! porque he de confesarte que te has ganado una seguidora más!! …YO…
Mucha suerte en la vida, María Luisa. Un abrazo.
Patty

Maria Luisa dijo...

Querida Nerea: Te agradezco el comentario lleno de cariño y tu visita.
Me alegro que conozcas a mis "tesoros". Estarás de acuerdo conmigo que son un "CIELO".

Me quieren y las quiero.
¡Es tan fácil quererlas...!

Un abrazo muy grande.

Maria Luisa dijo...

Que alegría Ainhoa recibir tus palabras tan cariñosas, tan hermosas.
Es verdad podrán ser los abrazos y los besos mandados por el cable del teléfono o enviados en postales no reales, pero son tan ciertos, tan soñados que se hacen realidad.
Un beso lleno de cariño para todos.

Otro beso o muchos especiales para vuestro "TESORO"

Maria Luisa dijo...

Patty querida: Me alegra mucho que te guste mi blog, para mi ha sido una salida una puerta abierta a mis sentimientos.
Ya ves que el blog es sencillo sin fotos, ni música(no me aclaro), pero Patty pongo el corazón o el alma.
Cuando empecé a escribirlo era solo para mi.¡Lo necesitaba!
Más tarde pensé que quizá con el tiempo Andrea y Sara les apeteciese leerlo cuando fueran más mayores. Me gustaba escribir el día a día que notasen que en la distancia las añorábamos, las sentíamos, seguíamos sus pasos guiados por "nuestra Marta", ella me llevaba de la mano contándome los acontecimientos grandes o pequeños.
(Si no era así tampoco pasaba nada).
Patty gracias por seguir mi blog, me haces muy feliz me siento muy orgullosa de tener una seguidora tan "DELICIOSA" como tu.

Te quiero.

carmen jiménez dijo...

María Luisa querida: Me dejas inundada en lágrimas de una felicidad inusual. Una lágrimas llenas de amor a la vida. Una felicidad que está en el preciso sitio donde debe estar. En tu corazón. Y en el de ellos. Me faltan las palabras. Seguramente porque tú has sido capaz de usarlas todas.
Todo mi amor para ti y para esa familia que habéis sabido ir formando entre todos. No falta nadie.
Mil besos.
También leí a tu nieta. Luego la escribiré a ella.
Cuando te encuentras con personas como tú, sabes que merece la pena volver siempre.

Balovega dijo...

Holaaaaaaaa... leí esta maravilla que escribes de tu nieta.. me ha emocionado los sentimientos que con el corazón has expresado...

Eres una abuela increíble y estelar y un bello ser humano..

Miles de besos mi querida amiga.. te quiero.. cuídate mucho