martes, 4 de noviembre de 2008

PREGUNTAS...

Este fin de semana he hecho un pequeño viaje, he disfrutado, recordado...

He aprendido a valorar los momentos, me ilusiona un viaje por pequeño que sea, disfrutar la comida, saborear el postre un buen café.
Es un valor a mí favor, un "valor" a tener en cuenta.
Me gusta mirar, "ver".

El tiempo no ha sido bueno, lluvioso, tristón, pero yo quiero verlo todo en positivo, pienso el agua es necesaria se llenaran los pantanos, la tierra guardará la sazón.
Cuando estoy comiendo en el restaurante miro; la mayoría son parejas jóvenes con hijos pequeños, intentado que sus hijos coman, que se estén quietos, me siento reflejada en ellos con esa edad.
Sonrío de ver su preocupación, me dan ganas de decirles:
"Tranquilos, ya comerán".
Disfrutar de estos momentos . ¡Crecen tan deprisa!.
- Al terminar la comida, viene la fase "Fotográfica".

Los padres intentado captar los momentos, diciendo: "Anda cariñico, pon carita de bueno, sonríe".
También- ¡ Niño, quedate un momento quieto!.

- Terminada la comida y la sesión de fotos los niños empiezan a corretear por el comedor, alguno se acerca me mira, yo le digo: "Hola, que guapa, o guapo eres".
- Siempre es la misma reacción, al sonreirles y decirles hola, vuelven enseguida con sus padres, al cabo de un rato se acercan a enseñarme su juguete, entonces ya se van animando, ya todos quieren enseñarme sus juguetes, sus pinturas de colores, su muñeca, ha contarme sus cosas.
¡Que abuela me siento en esos momentos...!
Yo nos hemos hecho amigos.

También hay parejas de mi edad, unos charlando animadamente de sus cosas, otros toda la comida callados, esa situación me agobia, no la entiendo, como yo soy muy habladora, no comprendo que no tengan nada que decirse. - Por lo menos hablar del tan socorrido tema del tiempo.
Entonces vienen mis preguntas: ( para todos)
¿Serán felices?
¿Tendrán algún problema escondido?
¿Habrán conseguido lo que esperaban?
¿Tendrán aun sueños...?
¿Podrán conseguirlos?
Aparentemente todos igual que yo, somos felices...

- Otro fin de semana: ¡Vivido!, ¡Atrapado!


María Luisa.

16 comentarios:

Elda Maganto dijo...

Me gusta tu manera sencilla de narrar vivencias cotidianas. Yo también tiendo a preguntarme si serán felices esas parejas que, sentadas ante la mesa de un bar, no hablan. Pero, ¿por qué no han de serlo? Para mi uno de los placeres del verano es sentarme en una terraza del parque con mi novio enfrente y cada uno enfrascado en su libro. No hablamos, pero yo siento que nos acompañamos en nuestra soledad buscada. El que nos mire puede pensar que somos sosos o que estamos enfadados; sin embargo, ambos disfrutamos de esos momentos de paz.
En cuanto a los viajes, para mi son el gran aliciente de la vida.La posibilidad de contemplar cosas nuevas nos enriquece enormemente.
Un beso

Marisa Peña dijo...

¡Qué hermos sencillez de lo cotidiano, de los instantes a trapados! Eresmaravillosamente sensible y sensitiva. Un beso muy grande. Un lujo haberte conocido. Gracias por pasar por mi blog y comentar y permitir así que te encontrara. Besos.

Anónimo dijo...

También me encanta sentarme en alguna cafetería o restaurante y prestar atención a mi alrededor. Como dicen mis padres, tiendo a tenerlo todo "controlado". Pero sobre todo me encanta crear historias: adónde van, de donde vienen, a qué se dedican... blablabla.
Como dice Wallly Neuzil, las personas que no hablan mientras están sentadas juntas no tienen por qué estar tristes o enfadadas, pueden estar disfrutando del momento... pero hay algunos que, por sus gestos o muecas o forma de estar... que no te da esa impresión de felicidad que comentamos.
Un besote!

Maria Luisa dijo...

Mi querida Wally: Tienes razón, no por hablar se disfruta más. Mí marido era un lector empedernido, yo habladora. Respetaba sus silencios,sus momentos, estábamos juntos, "nos sentíamos juntos".
De vez en cuando levantaba la vista del libro y me decía: ¡Que bien estamos!.
Tienes razón, es bueno compartir los silencios.

Un beso grande.

Maria Luisa dijo...

Marisa, gracias por comprenderme, visitarme. Por mi parte siempre me encontraras en tus páginas.
Tenemos un dicho aquí. "Cuando queremos, queremos "pa, to" y "pa, siempre"

Besos, pero muchos.

Maria Luisa dijo...

tracy lord. Te doy la razón, los silencios quizá a veces dicen más que las palabras. Por mi manera de ser me gusta comentarlo todo. Que buena esta la salsa, el postre, reunirme para comer me invita siempre a cambiar impresiones.
Ahora que voy sola, como sola, aún lo entiendo menos.

Besos

Marta Fernández Olivera dijo...

Jajajaja!!, Mª Luisa, que bien has descrito una comida familiar en un restaurante lleno de maaaas familia, hay que ver cómo nos repetimos!!, las mismas reacciones, gestos, todo igual, sólo unos pocos como tu, hacen la diferencia, una diferencia que no se ve, sólo se siente, una diferencia invisible, solo apta para los que disfrutan del más pequeño detalle. La vida es o deveria ser tan simple como eso.
Un disfrute continuo.
Un abrazo wapa!

William Alexander López dijo...

Me he imaginado estar en ese restaurante por un momento, ver a la pareja con sus pequeños peleando porque acaben sus comidas, como pasa el tiempo .... mis dos hijos estan aún pequeños pero poco a poco se van haciendo independientes y muchas veces la mayor parte del tiempo mi esposa y yo se los dedicamos a ellos. El tiempo que nos queda, solemos estar a veces en silencio, compartiendo un poco de calma, solo estando juntos y a pesar de no tener conversación , sentimos que nos tenemos uno al otro.

Gracias Maria Luisa por tus comentarios no sabes la alegría que me ha dado que vieras mis entradas antiguas, como dije en una ocación anterior, Eres un encanto !!!

Te dejo mis saludos y un fuerte abrazo.

Maria Luisa dijo...

Mí querida Marta, la vida debería ser como tú dices, así de simple, que manía tenemos en complicarla.
¡A disfrutar de los momentos de silencio o de "parloteo"!
Gracias por comprenderme.

Muas, muas.

Maria Luisa dijo...

William, que bien que vuestros hijos se van independizando, que ya no necesiten tantos cuidados por vuestra parte, siendo así daros un respiro.
Disfrutar del silencio bien merecido cuando hay peques en casa.
Un silencio deseado, compartido.

Un beso fuerte de esta abuelita.

Jose Antonio dijo...

A veces sobran palabras
para mostrar sentimientos
ya tenemos secretas miradas
que nos cuentan versos.

Como padre de peques jovenes
te diré que a veces me siento viejo
otras veces soy más niño que ellos
pero lo que peor llevo siempre
es ver como pasa el timpo
muy rápido, muy veloz
a veces a traición
ayer cambiaba pañales y daba comida
hoy ya leo con ellos la cartilla
y parece que solo ha pasado un día.

Saludos Cordiales.

Maria Luisa dijo...

Con la experiencia que dan los años, siempre digo: Aprovechar ahora que son de verdad vuestros.
¡Crecen tan rápido!.

Teneís unos hijos preciosos.

Un beso para todos.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

A veces,cuando voy por la calle y me cruzo con alguien con cara de preocupado le digo adios aunque no lo conozca de nada....asi el rato que intenta sinexito averiguar de que me conoce se le pasa la preocupación un poco....esto me lo enseño una amiga...quizas no sea un gran método pero funciona.
Tu relato como siempre sencillo,tierno pero muy enriquecedor.
Un Besico.

carmen jiménez dijo...

Tu bella crónica a la mesa de un restaurante me ha hecho pensar en la suerte que tengo. Te cuento...porque no es un secreto:)) Cuánta razón encierran tus palabras sobre enviar a los padre de niños pequeños toda la tranquilidad del mundo. La vida ha querido que sea madre por tercera vez después de veintiún año. Ha sido un largo camino sin duda, pero cuando ahora miro a mis hijos mayores y luego al pequeñín, no puedo creer que los separen tantos años. Ahora disfruto cada momento sin prisa. Sé que todo llegará.
Y a mi, personalmente, el silencio entre una pareja que come a solas en un restaurante, me parece que cada uno disfruta de sí mismo en todo caso. Para el silencio desde luego siempre hay un momento, pero en una comida, en un restaurante...no sé, mi imaginación se va hacia muchas posibles historias.
En cada lectura que hago de tu blog, puedo respirar tu humanidad.
Un abrazo

Maria Luisa dijo...

Mí querida Mª Tersa Me ha parecido ¡GENIAL!, el consejo de tu amiga, pero GENIAL.
Tiene razón, cuando alguien te dice adiós, empiezas a pensar: De que lo conozco, será de la pelu, del super. Además hasta parece que lo conoces. La memoria empieza entonces hacer recuento y te olvidas de todo.
¡ GENIAL, OCURRENTE!
Un besazooooooo. Gracias.

Maria Luisa dijo...

Media luna: ¡ENHORABUENA!
Después de tener hijos mayores, seguro que te sientes como una madre recien estrenada, nueva, pero que Alegría,Disfruta, Siente.
Como soy mayor creo que en todas las casas por decreto debería haber un niño pequeño (aunque fuese un ratito).
ENHORABUENA.
Habla con tu pequeño (seguro que te escucha), como nos pasa a todos, los mayores escuchan pero a veces no oyen.
Besos para todos.