lunes, 24 de noviembre de 2008

EL ENEBRO

- Ya han empezado a iluminar las calles, los escaparates se llenan de adornos para alegrar las fiestas que se avecinan.

En los años de mi niñez y adolescencia casi nadie tenía en su casa un árbol de Navidad lleno de cintas de colores, espumillón y bolas de cristal.
En la mayoría de las casas había un Belén.
¡El Belén llenaba la Navidad !.

En la plaza mayor había una imprenta con un gran escaparate, grande para aquellos años... lo llenaban de figuras, el Nacimiento, los Reyes Magos, pastores, casitas de corcho puentes para el río.
Todos los belenes necesariamente tenían que tener un río.
- En un lugar pequeño del escaparate había unas pequeñas cajas con bolas de cristal y espumillón.
Mi generación no conoció el "papel de aluminio". Para formar las aguas del río no teníamos otra solución que guardar el "papel de plata" de las tabletas de chocolate, lo alisábamos y quedaba perfecto.

En los años 50 al 60, íbamos con frecuencia al cine. Vi una película maravillosa.
¡ Todo era maravilloso...! La casa, la familia, hasta la Navidad era más bonita.
En el salón había un gran abeto adornado con espumillón , bolas de colores en las que se reflejaba la luz de aquellas lámparas maravillosas, al píe del árbol, cajas y cajas llenas de regalos.
¡Eso era una NAVIDAD!.

Pensé: Yo también tendré un árbol de Navidad.
Llegue a mi casa emocionada, dije:
"Esta Navidad voy a tener un árbol como el de la película que he visto"
Mis padres me miraron, me dijeron. Son otras costumbres, otros países...
Yo insistía y volvía a insistir.

Mi padre dijo: - Lo más parecido que podemos conseguir es un Enebro.
Éramos agricultores, teníamos en nuestra finca una zona de secano allí había carrascas, almendros, viñas y también enebros.
Busque la palabra ENEBRO en el diccionario decía: Enebro, arbusto de la familia de las cupresáceas, de 3 o 4 metros de altura, madera rojiza, fuerte, olorosa, de hojas rígidas y punzantes.
Me dijo mi padre:
" Cortaré el más alto y tendrás tu árbol".
Mi padre trajo el Enebro no era tan bonito como el de la película pero iba a ser mi primer árbol de Navidad.
Lo colocamos en el comedor. ¡Era precioso! ¡Llegaba hasta el techo!

Mi madre me dio dinero para comprar cosas para adornarlo. Fui a la imprenta, compre espumillón y 8 bolas, ¡solo 8!, y una estrella para coronarlo.
Las bolas eran de cristal, había que tener mucho cuidado el más ligero golpe las rompería.
Me puse a colocar los adornos en el árbol, pinchaba mucho ya me lo habían advertido mis padres
¡ Que importaba...!
¡ Era mí árbol!.
Quedo precioso, aquella Navidad fue completa, tuve Belén y árbol de Navidad.

Pasaron las Navidades yo me resistía a quitarlo, una tarde después de salir del colegio lo recogí. El Belén en la caja de siempre, en otra caja los adornos y la estrella de plata.

Mi padre corto el tronco del enebro en varios trozos, me dolía cuando lo cortaba, me sentí culpable de que el enebro no hubiera tenido mejor final.
Sí, nos había alegrado las fiestas, yo había tenido mi árbol, pero me quedo un sabor agridulce de aquella Navidad.

María Luisa.

( Escribí este relato para mis nietas en la Navidad de 1.999, quería contarles que mi primer árbol de Navidad no fue un bonito abeto, fue un sencillo ENEBRO.)

18 comentarios:

Marisa Peña dijo...

¡Cuánta ternura pones en lo que cuentas!. Nos haces partícipes de tus vivencias de una forma tan sensible y humana que me parece estar allí contigo... Un abrazo querida amiga.

William Alexander López dijo...

Que bella anecdota nos traes ahora, muy encantadora , Gracias María Luisa.

Un Abrazo Fuerte !

Fernando Manero dijo...

Nunca olvidarás la sensibilidad de tu padre al rescatar el enebro de la tierra yerma y ponerlo ante tus ojos para complacer tu deseo de tener un árbol en la Navidad. Me encantan los enebros y las plantas silvestres. Son duros, rústicos, eternos y nos identifican con la tierra. Bellísimo relato de evocaciones infantiles por las que no pasa el tiempo. Un fuerte abrazo

Marta dijo...

¡Qué historia más conmovedora,MªLuisa! Cuantas emociones, cuantas ilusiones y que precioso ver como haces realidad tus sueños y como tu padre quiere hacerte feliz llevando a cabo tu ilusión. Y que tierno me imagino a tu padre, el bisabuelo de mis hijas, al que yo nunca conocí.
Gracias Mª Luisa por compartirlo
Un beso enorme
Te quiero

Anónimo dijo...

Esa es el tipo de Navidad que hace sonreír... ¡cuánto me alegro de que tuvieras tu enebro!
Tu descripción de la película no se por qué me ha recordado a "Qué bello es vivir"... será porque tu también opinas lo mismo...
Un besazo.

Vive Malabar dijo...

M ª Luisa... has hecho que por un momento hasta vuelva a pensar en lo bonito de la Navidad... quizas con empeño, algún día...

Recuerdo el arbol en casa de mis abuelos maternos. El techo de la casa era altiiiiisimo, y el angelote lo tocaba. En la infancia es taan hermosa esta fecha... Y sabes qué era lo mejor... que ese arbolote, luego plantado en el jardín... Ya que lo tenían con raizones y todo... era hermoso, ir en verano, y ver que aquel arbol seguia su curso..
Gracias por humanizar el mundo un poquito en cada historia

mreina dijo...

un cuento bonito de navidad, gracias por compartirlo

Jose Antonio dijo...

Se nota que aún queda gente que sabe lo que es la Navidad y no unas vacaciones.

Saludos Cordiales

Maria Luisa dijo...

Marisa: No se si es bueno o malo ser como soy pero todo lo vivo intensamente. Lo necesito
Recuerdo aquella Navidad y a mi padre cumpliendo el deseo de su hija pequeña llena de fantasía.

Como me comprendes... GRACIAS.

Maria Luisa dijo...

Willian, cuando lo recuedo siento un cosquilleo por dentro lleno de ternura, quizá es que me estoy haciendo mayor y los sentimientos se agudizan

Muchos abrazos.

Maria Luisa dijo...

Fernando: Si hay algo que define a mi padre es que fue "UN HOMBRE BUENO". No hay mejor manera de decirlo, nos educo, mimo. Siempre tuvo para todos palabras de cariño. Lo recuerdo con su Enebro, orgulloso, feliz de sentirme a mi contenta.Mi padre era conmo el enebro duro, sensible y eterno.
Gracias por tus palabras.

Maria Luisa dijo...

Mi Marta mi "niña", puedes estar segura que hubiera sido el abuelo y bisabuelo más feliz del mundo. Tu has oido hablar de él y siempre han sido palabras de elogio las que te han contado. Era así. Tampoco la vida fue generosa con él.
Te quiero mi "niña".

Maria Luisa dijo...

Tracy lord. El título de la película no le recuerdo estoy segura que seria, ¡Que bello es vivir! Ya ves a pesar de todo lo que he pasado sigo creyendo que ¡Es bello vivir!
El Enebro fue el árbol más bonito que he tenido, porque siempre "el primer", nos deja una huella, alegre o de nostalgia.

Eres un cielo.

Maria Luisa dijo...

Vive Malabar: Eras una privilegiada, árbol grande con angelote y todo y lo mejor que tu árbol con sus potentes raíces, pasadas las fiestas se agarraba otra vez a la tierra del jardín y os decia: Hasta la próxima Navidad. ¡Que suerte!.
Un besazo.

Maria Luisa dijo...

mreina: Mi padre hizo que la realidad se convirtiera en un bonito cuento. Y mi Navidad fuera la que yo soñaba.
Ya ves, a veces la realidad supera los sueños.

Muchos cariñicos.

Maria Luisa dijo...

Senovilla a pesar de todo lo que he pasado me agarro a los recuerdos, celebro la Navidad y todas las fiestas con más intensidad.
(Yo creo que es por mi fecha de caducidad) Tengo que aprovechar.

Un abrazo, y besos a tus tesoros.

carmen jiménez dijo...

Es un delicioso momento para leer una vivencia tan llena de espíritu navideño, como sólo los niños saben poner. Aún así, yo sigo intentando cada año rescatar ese espíritu y vivirlo y transmitirlo a los míos. Recuerdo haber alisado muchos papeles de plata del cohocolate. Ahora tengo una fuente con agua de verdad que fluye sin cesar. También hay un árbol en casa, pero el belén...ufff! el belén es todo un arte que heredé de mi madre y que me encanta enredarme entre todos sus personajes y dotarlos de casas, de tierra, de musgo...y de ilusión para llegar hasta ese portal donde colocan sus ofrendas.
Éso sí, tu árbol de enebro será siempre inolvidable.
Es que acabas de despertar mis primeras sensaciones navideñas. Gracias por ello.

Maria Luisa dijo...

Media Luna: después de la experiencia del Enebro que me dolió tanto cuando lo cortaba mi padre, tarde muchos años en poner árbol. Cuando se pusieron de moda los de "mentira" compré uno lo tuve mucho tiempo, ya sabes, plegar, guardar y -¡Hasta el año que viene!
Ahora tengo uno que nos regaló nuestro querido José Luís, también es de "mentira" es un cepellón de abeto. Por las circunstancias tan especiales se ha convertido hace más de 11 años en nuestro árbol, lo llamamos " El árbol de José Luís".El Belén continuo poniendolo como siempre.

Gracias por comprenderme. Un beso.