No pierdo las ilusiones, no se como pero llegarán, llegaran todas.
- Si no iré a buscarlas mientras tenga tiempo, buscaré mi paraíso.
- Hemos celebrado la noche mágica de San Juan en el Mediterráneo, el mar de las mil culturas
.
- Hemos saltado como manda la tradición las siete olas para pedir un deseo.
A mí no me importa decir lo que he pedido, se que aunque lo diga se cumplirá.
- He pedido para todos los que quiero que encuentren "El Dorado", y porque no, también para mí.
Disfruto de los fuegos artificiales, me gustan, toda la costa estaba llena de colores, azules, verdes, rojos, palmeras doradas, plateadas, toda luz, color, sonido.
- Han empezado a las veintitrés horas y eran las tres de la madrugada que todo seguía siendo una fiesta.
Sí, eran fuegos artificiales, pero brillaban como las ilusiones.
- Me dejo llevar, creo que todo es felicidad, que el mundo gira y gira mas deprisa.
Suelto las amarras, soy un barquito liberado al mar, me dejo llevar por el viento.
El viento decidirá en que puerto recalar.
Siempre pidiendo los mismos deseos, hasta ahora se van cumpliendo.
A mis niños les dedico una poesía de Luís Eduardo Aute.
- A POR EL MAR-
A por el mar,
a por el mar que ya se adivina.
El mar nos está esperando
a poco tiempo del sueño
solo es cuestión de unos pasos,
esos que reprime el miedo,
vayamos, pues, a abrazarlo
como un amante que vuelve
de un tiempo que nos robaron,
ese que nos pertenece.
El mar es más que un paisaje,
también es un sentimiento,
es un corazón que late
negándose a seguir muerto;
no rinde más obediencia
que la que exigen los vientos,
no lo sujetan cadenas
ni se detiene ante el fuego.
- A por el mar-
María Luisa.
jueves, 26 de junio de 2008
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